Descubriendo a Hilma af Klint: La pionera invisible del arte abstracto
- 48 ARTSTUDIO
- hace 6 horas
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¡Hola a todos! Si sois como nosotros y os apasiona el arte que trasciende lo visible, hoy quieremos compartir con vosotros la fascinante historia de Hilma af Klint. Como padres, madres, profesores o alumnos curiosos por el mundo creativo, seguro que os intrigará cómo esta artista sueca desafió todas las normas de su época. Vamos a sumergirnos en su vida y obra de manera sencilla, para que podáis inspiraros y compartirlo con la familia o el aula.
Además el 15 de Noviembre, DE 18:00-20:00h ofrecemos un taller en nuestro espacio 48/ARTSTUDIO en la
c/ General Pardiñas 48.

¿Quién fue Hilma af Klint?
Hilma af Klint (1862–1944) fue una pintora sueca que se convirtió en una de las figuras más revolucionarias del arte moderno. Nacida en Estocolmo, se formó en la prestigiosa Real Academia Sueca de Bellas Artes, donde empezó su carrera pintando retratos y paisajes naturalistas, al estilo clásico de la época. Pero Hilma no se conformó con lo convencional. A partir de 1906, su pincel tomó un rumbo radicalmente diferente: uno basado en lo espiritual, lo simbólico y lo invisible.
Formaba parte de un grupo exclusivo llamado “Las Cinco” (De Fem), un círculo de mujeres artistas que se reunían para meditar y explorar el espiritismo. Durante estas sesiones de contacto espiritual, Hilma afirmaba recibir instrucciones de “guías” superiores. Estas inspiraciones la llevaron a crear una serie monumental: “Las Pinturas para el Templo”. En ellas, representaba conceptos universales como el alma, la dualidad, el cosmos o la energía vital, usando formas abstractas que anticipaban el futuro del arte.
Imaginad: en una era dominada por el realismo y el academicismo, Hilma exploraba lo intangible, fusionando arte y espiritualidad de una forma que hoy nos parece visionaria.
¿Por qué es tan importante Hilma af Klint?
Lo que hace a Hilma una verdadera precursora es su audacia temporal y conceptual. Pintó sus primeras obras no figurativas en 1906, ¡años antes que los grandes nombres del arte abstracto! Mientras Wassily Kandinsky creaba su primera acuarela abstracta en 1910, Piet Mondrian y Kazimir Malevich aún estaban en etapas figurativas. Históricamente, ellos han sido reconocidos como fundadores, pero Hilma les llevaba ventaja, demostrando que el arte abstracto no nació en los salones masculinos de Europa, sino en el estudio de una mujer sueca.
Rompió todas las normas de su tiempo: como mujer en un mundo artístico patriarcal, espiritualista en una sociedad racionalista y experimental en una época de rigidez académica, Hilma fue una rebelde silenciosa. Sus cuadros no solo son bellos; son un puente entre ciencia, religión, misticismo y naturaleza. Representan energías invisibles, formas de vida superiores y la unidad del universo, invitándonos a reflexionar sobre lo que no vemos a simple vista.
Su influencia se redescubrió tardíamente. Hilma pidió que su obra permaneciera oculta hasta 20 años después de su muerte, por lo que quedó en el anonimato durante décadas. Pero en 2018, todo cambió: el Museo Guggenheim de Nueva York le dedicó una retrospectiva que se convirtió en la exposición más visitada de su historia. Aquella muestra reescribió el relato del arte moderno, colocando a Hilma en el lugar que merecía.
Un legado para inspirar a las nuevas generaciones
En un mundo donde el arte puede ser una herramienta educativa tan poderosa, la historia de Hilma nos enseña a valorar la perseverancia, la intuición y la diversidad. Padres y profesores, ¿qué tal si exploráis sus obras con vuestros hijos o alumnos? Podrían ser el inicio de conversaciones sobre creatividad, igualdad y el poder de lo invisible.
Si os ha picado la curiosidad, os recomiendo buscar imágenes de “Las Pinturas para el Templo” – son hipnóticas. ¿Habíais oído hablar de ella antes? ¡Contadme en los comentarios! Y recordad, el arte siempre tiene más capas de las que vemos a primera vista.
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